Como si pasara un tren, por la sala Margarita Xirgu del Teatro Español, madre e hijo, - Susana (María Morales) y Juan Ignacio (Carlos Guerrero) -, viven en un paraje desolador, cerrado y cargado de tensiones, que llegan tanto del interior como del exterior de su entorno.
La soledad, el abandono del padre, y la difícil personalidad del hijo, al que Susana quiere proteger por encima de todo. Se hace preciso que pase un tren, con fuerza, con motor, para que arrase y cambie la vida. Y el tren en esta obra se llama Valeria (interpretado por Marina Salas, una joven toxicómana que la madre quiere apartar de la droga llevándola a la casa de campo donde residen su hermana y su sobrino. Es el fuego que hará estallar todo como si pasara un tren, dejando el recuerdo de tres estaciones bien distintas. el antes de su llegada., su conflictiva presencia y el desenlace con su marcha, que beneficia a todos. Se trata de una magistral interpretación de un drama cotidiano cargado de humanidad, escrito por la argentina, Lorena Romanín, y dirigida por las también argentina Adriana Roffi
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