la curiosidad, es la fuente de inspiracion de esta herramienta, el respeto la segunda pata y la comuinicación la tercera.
miércoles, 29 de septiembre de 2021
SIN COMENTARIOS POR JOSÉ MARÍA GARRIDO
lunes, 27 de septiembre de 2021
domingo, 26 de septiembre de 2021
Soy
Conchita Méndez y así m gusta que me llamen. ¿Contarle yo al espejo mi historia? ¿Para que si ya
la sabe? Miraré por la ventana. Déjame que juegue con los tiempos, con el tuyo
y con el mío. Es verano, acabo de nacer en el seno de una familia acomodada.
Dicen que faltan dos años para que acabe el siglo y que voy a tener nueve
hermanos más. Madrid está naciendo conmigo.
Estaré con vosotros ochenta y ocho años, hasta que Méjico me vea morir
en el exilio. Os diré que me va a gustar la natación y la gimnasia, tanto como
el sombrero y que pasaré muchos veranos en San Sebastián. Pienso casarme con Manuel
Altolaguirre, mi editor, que además es poeta y pertenece a la generación del veintisiete,
esa en la que no me van a dejar entrar. Serán mis padrinos de boda relevantes
escritores, como Luis Cernuda o Juan Ramón Jiménez. Pero yo soy demasiado libre
y no sé si podré aguantar más de un año a su lado. El, posiblemente se vaya con
otra, con la cubana Maria Luisa López Mena.
Pero eso pasará dentro de muchos años. Pero estos son pequeños detalles
cotidianos. A vosotros lo que os interesa son otras cosas de mi vida. Empecé a
escribir en la “Residencia de Señoritas”, que curioso, ¿no? Así la
llaman. Es algo parecido a la residencia de estudiantes, pero no me dejan ir,
porque soy mujer. Antes en Londres, nacerá y morirá mi primer hijo. Antes
escribiré mis versos. Antes me pondré el sombrero, antes de que nazca mi
pequeña Paloma, mi segunda hija. Tengo también que decirte que nací con
vocación viajera. Pienso recorrer Europa entera, y si es posible, cruzaré el
océano, pero no me preguntes por las causas, esas no las conozco, tal vez me
las vayan mostrando el calendario y mi paciencia: las letras, los
acontecimientos políticos.
Dicen que
hay dos palabras de las que no se vuelve. México y Exilio. Empecé a publicar
tarde; ya tenía veintiocho años cuando salió mi primer libro. “Inquietudes”,
luego vinieron “Surtidor” y “Canciones de mar y tierra”. Cuando
salió este ya tenía treinta y dos años. Había vivido mucho.
No quiero
aburrirte con la lista de mis obras, pero si te puedo sugerir alguna para
cuando tengas bajo el ánimo o sientas curiosidad por mis escritos. Le llamé “Vida
a vida” Cuando escribí “Niño y sombras” para mi hijo, yo tenía
treinta y ocho años, empezó la guerra entre hermanos, y lo perdí todo. Mis
letras ya no eran lúdicas, no eran alegres, ¿Cómo podían serlo? Son en realidad mis sentimientos, como el
título que le puse al libro que publiqué en La Habana a los cuarenta y un años.
Y luego más
poemas en “El ciervo herido”. Cinco años después dejaré de escribir. Estoy
entrando de nuevo en ese pesimismo que me envuelve, y tú no tienes por qué
soportarlo. Ahora te dedicaré un poema.
Noviembre.
Cárdena tarde.
Yo no sé quién va,
quien sueña,
quien respira por el aire.
Sola estoy
por las estancias de la casa de mis padres,
pero esta soledad mía
alguien conmigo la comparte.
Una madera ha crujido…
Una puerta se entreabre…
Un fino aliento he sentido
Hasta mi frente acercarse…
Y en mi mano un leve roce
que quisiera acariciarme.
¿De dónde esta compañía ha venido
a acompañarme?