jueves, 29 de marzo de 2018

LA CASA JUNTO AL MAR, CINE





 Y es que la vida surge del mar.  Por eso se ve desde el fondo en el tren que pasa sin parada mostrándonos siempre la estación de término. La casa frente al mar. Es esta una pelicula simbolista donde la haya,  en la que su director Robert Guédiguian -  este sociólogo, actor, productor, guionista marsellés, siempre interesado por la clase trabajadora  buena prueba de ello son sus anterires películas como Marie-Jo y sus dos amores (2002), Mi padre es ingeniero (2004), El viaje a Armenia (2006) o Lady Jane (2008). - , se vuelca, hasta con vehemencia, en estos ciento siete minutos,   en la intimidad de las  personas y en el drama de su propia vida. Frente al mar, la casa el hogar que siempre aguarda, pues no es la herencia de la casa el tema central, sin que en un momento crucial da un giro derivando hacia la inmigración ilegal
La particular solución que adoptan los miembros de la casa, protagonizados por Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin, Gérard Meylan, Jacques Boudet, Anaïs Demoustier, Robinson Stévenin, Yann Tregouët, Geneviève Mnich, Fred Ulysse  hace que  para ellos vuelva a pasar el tren perono elantiguo sino uno moderno y con futuro.
Es esta una magnífica oportunidad para alzar la voz contra el cierre de las salas de cine, ahora que se nos promete una bajada del IVA  creemos que es una buena forma de mantener y fomentar esta actividad cultural












lunes, 26 de marzo de 2018

LA CASA DEL LAGO, TEATRO, POR JOSE MARIA GARRIDO


TEATRO FERNAN GOMEZ

AIDAN FENNESSY





Bastan dos personajes, encarnados por Fran Calvo y Verónica Ronda, una camilla y un guión excepcional como este de Aidan Fenessy para que, de la mano de un director genial como Fernando Soto, para conseguir que la sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán Gomez se ponga en tensión.

“Oscar, soy Alicia, estoy aquí para        ayudarle.”.

Ya está frase intranquiliza y engancha durante los noventa minutos que dura la obra, Con ella da comienzo a cada una de las sesiones, en las que se irá descubriendo con los diálogos, un

 hecho insólito, que parece quedar detrás de la memoria, - ¿Será por conveniencia? -, y que con habilidad y pericia va desentrañando Alicia, una psicóloga forense.

Se trata de una apuesta de la compañía “La Perra Roja”, por una obra de intriga de las que un aficionado al arte dramático no puede prescindir.



domingo, 25 de marzo de 2018

JESUS GARABATO RODRIGUEZ bienvenida tu tinta.






Jesús Garabato Rodríguez, lector empedernido y escritor en consecuencia desde  A  Coruña, ha seleccionado este microrrelato, que te envía gustoso  para compartir con todos vosotros .


LA ÚLTIMA ETAPA

Caray, con el buen tiempo que hacía por la mañana al salir y ahora se ha puesto a lloviznar. Parece que, por una vez, los  meteorólogos  han atinado con  sus predicciones. Bueno, me pondré el impermeable y seguiré con cuidado unos cuantos quilómetros más. Eso sí, en el primer bar que me encuentre, aprovecharé para descansar un rato y tomarme un café bien calentito.
Lo que si tengo que reconocer es que el paisaje es una maravilla,  con este verde tan intenso y hermoso. Cuánta razón tenía  Marisol, al aconsejarme que viniera. Y qué pena que por ese contratiempo de última hora no pudiera  acompañarme. Algún día, lo haremos  juntas.
Uf, parece que la niebla va espesándose, más y más, a cada minuto.  No me extraña que haya tan poco movimiento en la carretera.
Eh, de dónde habrá salido ese.  Malditos coches. Es increíble, ni siquiera se  molesta en parar para comprobar si me ha pasado algo. Menos mal, parece que  la bici está bien  y además, por suerte, no me duele nada.
Qué curioso, ahora sale el sol. Ya debe de faltar muy poco para llegar a Compostela. Debo terminar la etapa y alcanzar, así, mi meta. Aunque mi cuerpo desmadejado se  quede ahí tirado, en el  borde húmedo  y hospitalario del Camino.



MARIA JOSE VIZ BLANCO, bienvenida siempre tu tinta LA FALDA





En esta ocasión, me apetece enviarte este poema, que surgió de la contemplación de un viejo árbol de los Jardines de Méndez Núñez, en A Coruña.



Yo, quise hacer una lectura poética y escribí un poema imitando la manera clásica de escribir, pero con aires modernos.





LA FALDA





El viejo tronco

tiene una falda hermosa,

se la ha cosido

aquella fantástica hada

que se asoma en la alta rama.



 ¡Mamá, yo quiero una!

̶ Es imposible, mi niña,

aún no te han brotado raíces,

ni tienes historias que contar

engarzadas entre tus tiernas hojas.



Cuando veinte veces florezcas



Y otras tantas, te marchites,

tendrás tu reluciente falda

para brillar con ella

entre albores y anocheceres,

cuando la luna se apague

y el sol todavía duerma.



Aguarda, mi amor, aguarda.












jueves, 22 de marzo de 2018

SARA MEDINA, BIENVENIDA TU TINTA


Sara Medina, conocida como narradora, poeta y dramaturga, nos ofrece hoy, como prueba de su cercanía,  este poema como una pequeña perla de su sensibilidad. Ha sido galardonado con un accésit en el  VI CERTAMEN DE POESIA FERNANDO CALVO GARCIA  de Torrejón de Ardoz.


TE HAS CAÍDO EN EL CAFÉ.


Llueven plomizas aves,  
magdalenas que en ti se humedecen, 
se deslizan cielos sobre el filo de tu recuerdo. 


Granadas a punto de nevar en el rojizo tapiz,  
las nubes esponjan el manto de marzo, 
explotan para amanecer en tu nombre,  
mientras mis labios sorben tu himno:  
mi tristeza y yo, a solas, contigo. 


El parque se aleja aún más, 
arbolado tu cabello cano se agita al viento. 


Los edificios 
embarran las calles con tus zapatos de domingo. 

Un cruel cigarrillo 
basta para rememorarte 
entre la insulsa rueca del humo. 

Eres el mar 
y mis sábanas se adormecen 
 como velas que espejean por última vez.  
Las rasga el arrullo de tus heladas olas 
y harapientas enmudecen 
bajo el guiño polar de tus ojos azules.  


Quiero ser redundante en la gratitud a la vida.

No me gusta lloviznar,  
mÁs me ahogo en el estanque del café: 
esta marejada sin ti, 
con un ancla 
cuyo estertor ora por su punta enromada,  
ahogados mensajes que regresan 
tras el naufragio  y a destiempo 
Çtintinean como un telegrama  
entre cristales de botella.


No me gusta quejamarte,  
pero es todo el poso que me queda. 

martes, 20 de marzo de 2018

JORGE DIAZ LEZA, de nuevo con nosotrso, ahora en verso BIENVENIDA TU TINTA




QUIZÁS YA LA ILUSIÓN… 

 Quizá ya la ilusión eternamente
no dormirá por ti su sueño sin imagen. 
 No mojará tu sexo, de niña,
aquel arroyo
que se enredaba a tu cintura como un lazo azul. 
 No soñarás los bosques,
no correrás los prados 
 y enterrarán las hojas tu rostro de inocencia
en un otoño eterno que durará siempre. 
 La infancia quedará lejos,
será como un velero que marcha por el mar 
 y es en el paisaje sólo una mancha blanca. 
Y lo olvidarás todo.
 Como se olvida la forma de una nube.

CARMEN ORTIGOSA, bienvenida tu tinta


Carmen Ortigosa, o el arte de escribir, PARTE DEL ALMA DE LA TERTULIA   EL DESVÁN nos permite  compartir versos  como estos,  de su poemario inédito "Tras la puerta" , desde Torrejón de Ardoz



HE VISTO LABIOS Y VISITADO ALMAS



¡Tienes que saberlo!

Nunca fuimos dos mitades iguales,
ni caminamos lustros del mismo lado,
tampoco desnudos
tuvimos el mismo brillo.

Nos amamos juntos, 
nunca a la vez.


No tiene sentido la sed de mañana
tener un centinela de  escarcha
que cobija al enemigo, 
cuando acecha el alma rota.


He visto el territorio de tu espalda
inclinada en el haz de luz que trasiega
cada gota de sudor.


Recaigo en tu barba cerrada,
desdoblo cada arruga de tu piel
con caprichosos besos
que nos ponen en conexión.

¿Entonces?

Ven a poner labios
en la quebrada que me despeña,
tapona la caída del desencuentro.







MARIA JESUS LEZA, otra vez entre nosotros, BIENVENIDA TU TINTA

Aunque  el  relato se titula  la huelga.  es  una buena forma de no hacerla  y seguir escribiendo, para compartirlo con nosotros.


LA  HUELGA



Soy una mujer de treinta y siete años, estoy casada y tengo dos niños; el mayor de cinco años y el pequeño de tres. Mi marido trabaja de guardia jurado en unos grandes almacenes. Me llevo bien con él, es una buena persona. Es tan bueno que cuando a una señora le pita el bolso a la salida, siempre se resiste a registrarla. Quiere cambiar de trabajo, pero no es fácil.
Pero el caso es que me he enamorado de Joaquín. Joaquín es un compañero de la fábrica en donde trabajo, él en la sección de montaje y yo en la de paquetería, es un tío muy legal, se da un aire a George Clooney, también esta casado y tiene una niña de siete años. 
 Ayer comenzó una huelga en la fábrica convocada por los sindicatos para reivindicar aumento salarial. Como Joaquín y yo sólo podemos vernos muy poco y a salto de mata, -cuando termino mi turno tengo que ir a todo correr al “super” y a buscar a los niños a casa de mi madre- hemos planeado aprovechar la huelga para citarnos en un hotel  por horas. 
Esa misma tarde el sindicato había convocado una manifestación de Cibeles a Sol; por lo que Joaquín decidió que deberíamos quedar en un hotel situado en una de las bocacalles de la Carrera de San Jerónimo y así, incorporarnos a última hora a la cola de la manifestación. Yo le dije que no se podía estar repicando y yendo a la procesión, pero él insistió que teníamos que ser solidarios con los compañeros. 
El hotel era bastante cutre, Joaquín pagó dos horas por adelantado. La habitación era muy pequeña, con un baño con un plato de ducha en el que apenas cabía una persona. Cuando Joaquín me desnudaba muy despacio, una de las cosas que mas me gustan que me hagan antes de hacer el amor, sonó el móvil. Era la Cresi, mi compañera de planta, lo mas seguro es que me estaría buscando en Cibeles, donde habíamos quedado con otros colegas. Lo apagué. 
Estábamos aun en los juegos preliminares, cuando a través del balcón entreabierto comenzamos a ecuchar el vocerío de la “mani” acompañado de pitos y tambores, se conoce que marchaban ya por la calle Alcalá a la altura mas o menos de la iglesia de San José. Los gritos y consignas nos llegaban como una especie de dulce mantra y a medida que iba aumentando el clamor, nos excitaba cada vez mas estimulando nuestro morbo. Entonces vinieron a mi cabeza las imágenes de una película que vi hace tiempo en la tele, en la que los protagonistas llegan al climax sexual con el bolero de un tal Ravel como música de fondo. 
Fue sensacional, pero me supo a poco. Me vestí a toda velocidad. Habíamos acordado que yo saliese un poco antes que él del hotel. Cuando pisé la Carrera de San Jerónimo estaba atestada de gente y al llegar al Sol, los representantes y líderes sindicales estaban en plena arenga. 
Busque inútilmente a la Cresi entre la multitud, la manifestación había sido un éxito y sinceramente sentí alegría y alivio a la vez. Al terminar y cuando la peña se fue dispersando, me acordé que los colegas solían reunirse en Casa Labra para tomar vinos y degustar su celebre pincho de bacalao. Allí los encontré muy satisfechos, brindando por el buen término de la convocatoria. 
“¿Dónde te habías metido? - me preguntó la Cresi con la boca llena de “soldadito de Pavia”- “Perdona, Cresi, pero es que he tenido que ir a comprar ropa para los niños en la Zara de Carretas y se me ha ido el santo al cielo”- se me ocurrió de pronto. 
Hoy seguimos de brazos caídos. Joaquín no me ha llamado. Hemos tenido asamblea en la fábrica para rechazar el preacuerdo que han pactado los sindicatos mayoritarios. Yo también he votado continuar con la huelga. Como dice la Cresi, ¡ya está bien de contentarnos con las migajas!  


lunes, 19 de marzo de 2018

CARMEN CASALA VISITA LA TERTULIA ORILLAS DE AVILA





A la orilla de las murallas de Ávila, en esta última noche de invierno, conducidos por la sabia voz de D. Jose Félix Olalla Marañón – farmacéutico él y conductor de la tertulia -, se deja oír la voz de Carmina Casala, manchega, poeta y escritora nos desvela el intimo sentido de sus versos, a través de una senda angosta y apacible, porque “Gigantes, como tú, son las palabras que en tu nombre pronuncian los sedientos. Vino el Cosmos despertando en tu sueño y haciendo de tus ubres el esperma del mundo.”  Y esas sedientas palabras de poeta se prolongan, hasta dejar “Otoño sin raíz” con tinta de versos “Por dentro de la vida” como una antorcha de luz, que tanta falta hace en estos días de invierno en la cultura. Se podría decir mucho mas de Carmina Casala, hacer un análisis profundo de su obra, pero no es este el objetivo que nos mueve, sino mostrar su bien hacer y su talento, que se plasma en la delicadeza de su producción poetica. Sirva esta reseña para sembrar curiosidad sobre su obra.

En este sentido la tertulia Orillas de Ávila, cumple, cubre y desarrolla un esencial papel sacando de la sombra voces que se mueven entre letras, creando arte.

Se agradecen iniciativas como estas. que fomentan la reflexión, aunque a veces pensar sea considerado un ejercicio peligroso.

domingo, 18 de marzo de 2018

JORGE DIAZ LEZA nos visita de nuevo. Benvenida tu tinta


ENSEÑANZA BILINGÜE

Mi padre estaba obsesionado con que aprendiera inglés. Para que, en el futuro, supiera labrarme un porvenir, tal y como él y mi madre habían hecho con tanto acierto y esmero. Y así, cuando fuera mayor, no me convirtiera en un muerto de hambre. O en un precario. O en un parado.  O, mucho peor todavía, en un votante de Podemos.  
Cuando era muy pequeño, mis padres contrataron a una joven inglesa para que jugase conmigo en el idioma de Shakespeare. Tampoco recuerdo haber visto nunca dibujos animados en castellano, pues lo primero que aprendieron del último grito en televisiones que compraron por aquellos días, fue a programar la función multi-idioma. Y después, por supuesto, como por nada del mundo podía faltar en mi vida, el colegio concertado bilingüe.  
Hasta aquí, solo hasta aquí, recuerdo mi historia con alegría y cariño, pues allí conocí a Clarita. Porque, aunque solo teníamos cinco años, nunca en mi vida sentí una conexión tan fuerte con una mujer. Era muy joven, es verdad, pero sentí con absoluta convicción que había encontrado a la madre de mis hijos. Pero para el anglo-obsesivo de mi padre aquello no era suficiente. Si de verdad quería que aprendiese inglés alcanzando un nivel superior que me destacara sobre todos los demás, mi inmersión lingüística debía ser absoluta. Y tenía que ser ahora, que solo tenía cinco años y una mente fresca e incorrupta. Por eso aceptó, casi en cuanto se lo ofrecieron y sin consultar con su mujer, aquel puesto en Londres, en la sede de la multinacional donde trabajaba. Y todo esto contra el criterio y las apetencias de mi madre, que prácticamente se vio obligada a dejar su trabajo. 
“No te preocupes. Me van a pagar un pastizal. Tendremos dinero suficiente y no hará falta que trabajes. Nuestro hijo y su educación son lo más importante de todo” 
Y así, nos fuimos a vivir a Inglaterra. Y yo dejé de ver a Clarita, con la que perdí todo contacto. Y mi madre, por más esfuerzos que hacía, no se acostumbraba a vivir en Londres, separada de su familia, su profesión, sus amigos y su querido Madrid. Pasados seis meses, le planteó un ultimátum: o volvíamos o se divorciaba. Pero él erre que erre con que yo tenía que aprender inglés… 
Tal vez por eso, mi padre fue una de las millones de víctimas del “Google Translator” versión física, tal y como lo bautizaron sus inventores. De su versión digital en Internet “Google Translator” pasó a ser también un aparato, un tanto ortopédico, que se adhería  a la boca, con unas ranuras en el centro por donde salía la voz. Y cuando hablabas, transformaba directamente tus palabras en las del idioma que habías elegido en la opción de menú. De forma 
que podías comunicarte con cualquier habitante del planeta sin tener porque conocer ni una sola palabra de su idioma. Y esto, aunque la voz que salía del aparato era un tanto “Dark Vader”, resultaba tremendamente útil. 

Y más tarde, a medida que Google perfeccionaba y abarataba su invento, cerraban en todo el mundo academias y escuelas de idiomas. Y millones de intérpretes,  traductores y profesores de lenguas pasaban a engrosar las listas del paro. 
Mi padre no llevaba demasiado bien lo del divorcio ni haberse enterado de que, no mucho tiempo después, ella había encontrado pareja. Por lo que, cuando escuchó la noticia de que la consolidación y expansión del “Translation Physical Google” (TPG) era imparable, entró en una especie de estado de “sock” y, poco después, de locura violenta, tirando y rompiendo cuando encontraba a su paso en nuestra casa. Todavía le recuerdo como si fuera ayer, sentado en una silla,  inmovilizado por una camisa de fuerza, mirándome con esos ojos de lunático y repitiendo, una y otra vez, de manera rápida y obsesiva “Esperanza Aguirre, Esperanza Aguirre, Esperanza Aguirre…”  
Hoy, en el año 2035, la lacra del paro no tiene precedentes. De hecho, hay una nueva moda: “el ochenting”. Consiste básicamente en quedar por internet con un grupo de personas, ver películas y documentales sobre el problema del desempleo, realizados en los años 80 del pasado siglo, y partirse de risa. 
Los únicos que encuentran trabajo son aquellos que saben construir, reparar y programar máquinas, por lo que finalmente, pese a todos los desvelos y esfuerzos de mi padre, yo también me encuentro desempleado. Obsesionado por los discursos de su querida lideresa y las maravillas de su enseñanza bilingüe, no  cayó en que la clave del futuro era la tecnología; no los idiomas.  
Y sí, soy economista. Y sí,  se mucho inglés. Pero hoy en día hay potentes ordenadores que saben llevar automáticamente la contabilidad de una empresa mucho mejor que yo mismo. Y que el más brillante alumno de mi promoción. 
Tampoco tengo novia. El otro día vi por casualidad a Clarita, paseando de la mano de otro hombre y empujando un carrito de bebé. No me reconoció, aunque yo sí supe que era ella. 
Ojala a la buena señora, en lugar de tanto colegio bilingüe,  se le hubiera ocurrido, mejor, implantar, por ejemplo, la enseñanza robótica, que también queda estupendamente en los programas electorales y en los encendidos mítines del PP. O mucho mejor, la enseñanza androide, enganchando con todos esos votantes que crecieron con la Guerra de la Galaxias y que, además, son un montón de gente. 
Mi padre no se habría vuelto loco. Yo sería feliz casado con Clarita. Me habría ahorrado el trauma del divorcio y no tendría que ir hoy a sellar al INEM.

EL INSULTO CINE POR JOSE MARIA GARRIDO


         En el taller en que todo se arregla, hay vehículos que se aparcan en sentido encontrado, y es, que las viejas piezas de sus almas han sufrido la consecuencia de la guerra fratricida
Porque Tony, magistralmente interpretado por Adel Karam, cristiano libanes, intolerante, rompe intencionadamente el canalón de su vecino, el palestino musulmán Yasser protagonizado por Kamel El Basha cuya postura se presenta como razonable
Después, ya en el exterior, el canalón sigue tirando agua. Tanta agua que inunda a la ciudad, a la justicia, al propio estado.
Y ya no es el canalón, sino el insulto a al pueblo palestino, porque lo importante no es la verdad, sino tener razón. A partir de aquí de este giro, los argumentos jurídicos de la defensa de ambas partes que mantienen padre e hija, hacen que ese “Ojalá”, ese deseo incendia la ciudad se convierta en la pieza central de la pelicula-
 En fin, el director libanés Ziad Doueiri nos presenta una dramática historia, prohibida en su país, que nunca pudiera ser real por el equilibrio que el guion se establece entre los dos pueblos.

SIRVANESTASLETRAS  PARA ALERTAR CONTRAEL CIERRE  DE LAS SALAS DE CINE. DETRAS  IRAN LAS LIBRERIAS Y  LUEGO  LA FILOSOFIA, LA HISTORIA Y LA PALABRA.






jueves, 15 de marzo de 2018

PILAR FERNANDEZ CASADO, Bienvenida tu tinta


Entre la nostalgia y las fronteras de la a antropología nos visita hoy una escritora gallega Pilar  Fernandez Casado que nos muestra en este relato  su visión delo antiguo sagrado cosmo  vital, como diría el filósofo Paul Ricoeur.



AS MEIGAS, EN CONCIERTO.



 

Boas Noites Celanova!. Su voz sonó grave en el claustro del Monasterio de San Rosendo. Él había elegido este enclave con esmero, su sonoridad era increíble y le parecía un lugar muy sugerente ya que convivían en gran armonía Carlos I, Felipe II, Juan de Austria, monjes benedictinos y figuras oníricas. Su belleza era inigualable y mágica. Estaba encima del escenario y por un momento recordó su Villafranca natal, su primera visita al monasterio cuando era niño y el amor que sentía por los poetas que había visto nacer este pueblo, sus queridos Curros Enriquez y Celso Emilio Ferreiro. Sin embargo, empezaría el concierto con Rosalía. Se sentía como un trovador medieval, la emoción le atenazaba y por un momento dudo de si su voz estaría a la altura de tan bellísimo encuadre.

Tocó los primeros acordes y el alma se le encogió: ‘Campanas de Bastabales, cando vos oio tocar, mòrrome de saudades’…Los aplausos sonaban y su guitarra volvía a envolver la noche, feliz… su voz sonó de nuevo  ‘si cantan eres ti que cantas, si choran eres ti que choras…’. El concierto discurría y las canciones se sucedían en su garganta casi sin descanso’’. Estaba poseído de la belleza de la noche, de la lírica y la magia y casi sin darse cuenta llegó a la última canción, Maria Soliña, Sonaron los primeros acordes de la canción y el público se levantó y comenzaron a cantar: ‘polos camiños de Cangas, a voz do vento Xemia, que soliña quedaches Maria Soliña’…Mientras cantaba miró al cielo y sus ojos se posaron en las gárgolas del claustro y  sorprendido vio como las meigas bailaban con sus escobas la canción de Maria Soliña. ¡Qué magia tenían las piedras del Monasterio!.  
Aquella noche de Agosto, Carlos e Iluara habían decidido ir al concierto que Amancio Prada daba en el monasterio de San Rosendo; El esperanzado, ya que por fin podían salir una noche, Ella preocupada por si el hecho de alejarse de casa invocada otro maleficio. Habían sido meses muy duros y los dos sabían que necesitaban un respiro.  
Cuando llegaron al claustro se quedaron prendados de su belleza, mientras admiraba el enclave Iluara pensó que quien lo diría, ellos que habían sido tan roqueros, yendo a un concierto de un cantautor, que aunque les gustaba desde la juventud nunca se habían interesado por verlo en directo. Amancio subió al escenario y a Iluara le pareció un hombre muy atractivo, su camisa blanca le quedaba bien a su cara fina y delicada. Los acordes de la guitarra comenzaron a sonar, la voz de Amancio se apoderó del claustro y las lágrimas empezaron a deslizarse por las mejillas de los dos. Iluara mezclaba el llanto con una risa nerviosa, ¿Por qué lloraban?. Quizá la poesía era en estos momentos demasiado para su agudizada sensibilidad, quizás les era muy fácil fusionarse con los poemas que hablaban de marchas, pérdidas, duelos, soledades y amores. Su  compartido dolor se entremezclaba con la poesía. Estaban con las manos agarradas y enzarzados cada uno en su peculiar batalla emocional, cuando escucharon las notas de ‘Maria Soliña’, al unísono alzaron sus ojos al cielo y contemplaron como la luna iluminaba las gárgolas del claustro y un espectáculo sobrecogedor: las meigas bailando sobre sus escobas la canción. Se miraron y casi al unísono recitaron una plegaria: bailar, bailar y dejar de jugar con nuestra vida.

MARIA LUISA GOMEZLOZANO (MALU), bienvenida tu tinta,











Maria Luisa Gomez Lozano, relatista y poeta,  experta en el arte de escribir y  activista, se une con este poema a la lucha de las mujeres





TODAS LAS MUJERES



Mujeres.

Mujeres que parecen invencibles y a veces, solo a veces, no lo son. 
Mujeres que parecen frágiles, pero nunca se rompen. 
Mujeres que parecen fuertes y a veces se sienten débiles.
A veces protegidas, a veces desvalidas.
Mujeres. 



Mujeres que luchan por ser felices, intentando que no se lo impida nada ni nadie.
Mujeres que besan con pasión. Se entregan sin condición.
Imprescindible el amor en su vida.


Mujeres. 
Mujeres que sonríen 
cuando brindan con su copa alzada.
Mujeres que lloran de verdad y gritan, a veces en silencio, voces desesperadas.


Mujeres que sueñan con su verdad
e idealizan la juventud que fue y la madurez que será.

Y aunque a veces se despiertan con una adversa realidad, 
ellas y sólo ellas saben cómo, 
vuelven a sonreír, a soñar, a luchar, 
a besar, a idealizar y, sobre todo, a amar.
A todas las mujeres que estuvieron,  están y estarán.

Gracias, mujeres. 








A ESTAS HORAS POEMA DE JOSE MARIA GARRIDO


POEMA PARA EL III ENCUENTRO “TORREJÓN EN VERSO 2017”

JOSÉ MARÍA GARRIDO DE LA CRUZ


publicado en el número 19 de la revista poetica  EL DESVAN

 , de Torrejón de Ardoz. 
OCTUBRE DE  2017



A ESTAS HORAS 

  

A estas horas 
la senda que dejo es ya muy larga
la sombra de los años me persigue.

He olvidado
cuando empezaron a dolerme los recuerdos


Sé que había niebla, 
era una niebla cálida pintada de colores


Y en ella me escondí 
hasta cerrar los ojos a la vida

El mundo fue un juguete todo mío 
con el que pasé las horas vivas 
de una eterna infancia sin olvido

Jugar era parar el tiempo,
romperle las agujas al reloj
correr detrás de las palomas 
o mover los vagones en la vía 

Jugar era llegar a casa tarde, 
empapado por la lluvia,
ver volar una cometa hasta las nubes
o hacer un muñeco de nieve en la estación
mientras pasaba el primer tren de la mañana

Aún conservo esa cometa, 
la foto amarilla de la estación de piedra 
o el sabor de los pasteles de mi madre
                          
Era la vida, el tiempo sin roturas,
siempre ropa nueva 
están oscuros los cristales, 
no llueve. ya no hay dolor, 
apenas queda llanto

Y mañana volverá otra vez el mismo sol, 
la misma luz, y sin preguntas
la misma duda
sin que a nadie le duela la tristeza             

Porque está rota la memoria
extendida en un pasado que no pasa
al margen del sol y de la sombra, 


El tiempo se detiene en su ventana
mientras canta lamentos 
que no olvida
sin mirar al horizonte que no existe

La abandonan las palabras
dejándola en lo oscuro de la cueva
atada la memoria 
a un silencio que no oye.

No hay despertar y no hay mañana
el pasado se disuelve con la niebla
y la luz se difumina hecha jirones

A estas horas ya lejanas de la vida 
no queda ni siquiera la esperanza de un eclipse
ni un oasis a la orilla del camino.