martes, 27 de febrero de 2018

Las leyes de la relatividad aplicadas a las relaciones sexuales


TEATRO
SALA INTERPERIE


También el juego con los tiempos, la superposición de las imágenes, las emociones y los colores, todo es relativo, hasta el silencio de Dios en el confesionario, - le hubiera contestado el bueno de Albert Einstein a Ramón Paso, si hubiera tenido oportunidad de preguntárselo -. Pero este es el juego del teatro, en  el que todo se desvirtúa y se focaliza para someterlo  a crítica  Los siete personajes de la obra producida por la Compañía: Paso Azorín Teatro presentada en la Sala Intemperie,  - Inés Kerzan, Ana Azorín, Ángela Paira, Jordi Millán, Elisa Pelayo, Paula Reyes, Andrea Garriga -, se entrecruzan para prestar su vida y emociones a un texto cargado de ironía en las preguntas y de silencios en las respuestas, y es tal la ironía como el peso de la mujer en la obra, compensada por la magistral actuación del pobre Jordi solo entre tantas mujeres…

Es esta una apuesta de la sala Intemperie por un teatro de vanguardia comprometido con la crítica y compensado con la asistencia a sus representaciones.


Bienvenida tu tinta, RAFA OLIVARES


Rafa Olivares, de quien no vamos a ddecir nada en relación con su arte de escribir, nos presenta  hoy este relato  finalista en el concurso Wonderland, de Radio4).

CALMA CHICHA



Desde la terraza del ático, Ireneo Ripalda, presidente de la Comunidad de Propietarios del número 12 de la calle Ventresca, vio cómo el edificio zarpaba con rumbo noroeste a velocidad de quince nudos. Dos días después, fondeaba frente a las islas Chafardinas y en la primera junta de vecinos se debatió sobre el color de los toldos más adecuado a la nueva ubicación, sobre la propuesta de repulsa hacia el régimen déspota de Fangolandia y sobre las habituales quejas de la vecina del quinto derecha respecto de la del tercero centro. Ireneo levantó la sesión sin acuerdo ninguno, como siempre.




domingo, 25 de febrero de 2018

LA MALETA



Uno de los primeros estudios lo había realizado un científico alemán hacía un siglo, y yo he elaborado sobre él, una tesis cuyo descubrimiento, supondrá  una revolución. 
Tiene un valor más íntimo.
Está encuadernada en folios escritos a máquina.
En las películas de espías he aprendido que los grandes documentos de valor, se escriben a máquina, para evitar la posibilidad de ser copiados.
Y yo lo he hecho así.
Compro una máquina de escribir, Torpedo, modelo 16 de teclado amarillo de 1.934”,  y también las cintas necesarias, y escribo mi teoría en folios resistentes a la grasa y a la humedad, que me regala el anticuario por la compra.
Me dice, que tenga cuidado porque lo que aquí escriba se quedará para siempre, o por lo menos tardará dos o tres generaciones en deteriorarse.
Con mi legajo me voy a una  papelería, en la que trabajan a la vieja usanza  y les pido que me encuadernen aquella obra de arte.
Así lo hacen y nace aquel libro que yo escondo en su  doble fondo.
En las noches siguientes lo saco con cuidado y releo con el fin de buscar controversia, anotando cuanto al respecto se me ocurre. Y lo voy resolviendo en la medida en que mi inteligencia me lo permite.
Siento una verdadera obsesión por la teoría de la memoria,  por el libro, por la máquina y por la maleta.
Tanta que  vuelvo a  reescribirla.
Yo sé que estoy considerado en el entorno como un loco solitario y algo excéntrico.
Me conocen como el aprendiz de escritor
Cuando vuelvo a ver al anticuario para comprar más papel y seguir escribiendo sobre mi teoría  me recibe amablemente y  hablamos largo rato.
Le pregunto por qué se dedica a las antigüedades, al coleccionismo y el me responde que para no olvidar.
Tiene todos los objetos cuidadosamente etiquetados con un número que corresponde a una ficha.
Luego me muestra un antiguo  bargueño de marfil y carey del siglo XVII, donde guarda las fichas manuscritas, numeradas y alfabetizadas.
Arriba las de los objetos expuestos, con su fecha de compra, el propietario anterior y el precio, abajo los vendidos, con su fecha de venta y el precio.
Esa, dice, es su memoria.
Junto al bargueño, una mesa de trabajo, sobre la que luce una pluma  estilográfica Swan, Cisne Eterna 44, de 1906,  con la  que seguro que  ha escrito todas las fichas.
Pero por mucho que insiste, no le explico  la teoría .
Desde hace dos años, acudo a clases de  escultura.
Es una forma de  relajarme y  practicar los restos de paciencia que me quedan.
Aunque solo voy una vez por semana, los  jueves, paso con el escultor  bastantes horas y eso me ha permitido  forjar con él, cierta amistad.
Esta tarde, mientras le doy martillazos a la cabeza de Mnemósine, la diosa griega de la memoria, converso con Leonidas, el escultor.
Le voy haciendo preguntas inconexas. Lo que más me importa es su desconcierto y el rostro de curiosidad. Su respuesta no verbal.
En base a ello voy completando los flecos de mi tesis.
Me comenta que de un tiempo a esta parte, es consciente de su pérdida de memoria. Y no puede soportarlo. No acordarse de donde vive y de que ha desayunado, es algo que no puede soportar.
Hablamos de la memoria.
Yo la tengo bien. al menos hasta el momento.
Hablamos de mi teoría.
La memoria, es como una maleta en la que se van depositando los recuerdos. las vivencias, los deseos y las emociones.
Todo se guarda en ella.
Los más antiguos más abajo. Los más recientes arriba, como las fichas.
 Por eso hay que rebuscar en ella para encontrar lo más antiguo. El viento se lleva los recuerdos de más arriba los más recientes, porque no están sujetos por otros recuerdos.
Con el tiempo la maleta se deteriora y puede romperse por cualquier lado.
El lugar donde se produce  la rotura determina el tipo de recuerdos que se pierden.
Leonidas comprende que alguien ha hecho una raja en la parte superior de su maleta con el fin de robarle parte de su intimidad.
Tiene que encontrar una solución, tal vez una tienda de repuestos.
Le recomiendo el juego del Brigde.
Pero antes tiene que volver a casa.
Mi maleta sigue intacta.
Hacemos un ejercicio de reparación que requiere un exhaustivo registro del contenido de su maleta  y al cabo de dos horas  conseguimos encontrar su  domicilio.
Meses después sale publicado mi tesis  sobre la memoria en dos tomos.
Yo sigo estudiándolo y haciendo trabajar a la vieja máquina de escribir, torpedo 16 portátil de teclado amarillo, quizás para no perderla.
Por eso no puedo olvidar mi maleta.
Nadie le presta atención, y yo los guardo en mi maleta. Luego quedo con Leónidas para jugar la partida de los martes.
Él si que me entiende.


viernes, 23 de febrero de 2018

A JOSE LUIS PEREZ DE ARTEAGA, COMO SI MI CONCIENCIA FUESE UNA MANZANA; por JOSÉ MARÍA GARRIDO DE LA CRUZ






Tengo desde hace meses, como si mi conciencia fuese una manzana, a ese gusanillo mordiéndome por dentro a base de acordes imposibles, porque no le he visto hoy en el concierto de Año Nuevo, en sus programas de la Dos, o en Radio Clásica, y le echo de menos, aunque no sea digno de estar entre sus amigos, ni tuve  el gusto de conocerle personalmente. Me he enterado, hoy,  - que es año nuevo y le busco por la mañana -, de que se ha ido. Sí. Me deja su voz y su enseñanza, pero no me bastan. Me deja en forma de acorde doloroso esa coda de silencio prolongado en un larghetto, que acaba en un sollozo. Gracias José Luis. Hace ya un año que debiera haber  escrito esto. Bueno, mejor no haber tenido que  escribirlo.

jueves, 22 de febrero de 2018

GRACIAS ANTONIO FRAGUAS

A mí, que no sé de humor más que su ausencia, también se me ha ido Forges,
A mí, que de viñetas recuerdo solo las viñas amarillas del otoño también se me ha ido Antonio 
A mí que me falta esa buena leche que él tenía, también se me han ido hoy un poco más, su senda y sus deseos.
A mí que seguiré siendo anónimo, como hasta ahora, me fastidia que sean los buenos como tú, los que nos dejen antes. Debería de haber un orden, con el que ese dios que aún no sé si existe, debería dar más vida a los que más bien hacen.
Y tú luchabas contra la injusticia.
Gracias Antonio, aunque sé que había que habértelas dado mucho antes y con hechos.

TRES MICROS, SOLO TRES



POR FIN SE HA IDO


Hace más de una semana vino a visitarme una amiga.
Enseguida nos fuimos a la cama.
Me hace sudar, acabo molido, me duelen todos los huesos, pero ella, que es como una mala suegra,
sigue. No me deja levantarme.
Todavía no te he dicho su nombre. llama …. Gripe





NECESITO AYUDA 


Necesito  ayuda” No decía más el mensaje   del   correo electrónico que recibí ayer. Era de mi amigo Juan. Tenia su teléfono y no le llamé.  Era el segundo aniversario de su fallecimiento.  Él siempre había dicho que no se marcharía del todo. El año pasado nos hizo la misma jugada.






LA  NADA



No puedo más. Esta continua sensación de caída libre. No sé cuánto tiempo llevo así. Ni qué hora es. No funciona el reloj. Todo está oscuro. No sé cuánto tiempo llevo aquí. ¿Estoy vivo? ¿Estoy muerto? Es igual. Tendré que acostumbrarme, pero, ¿a qué? ¿Hasta cuándo? ¿Qué hay después? Nada.


miércoles, 21 de febrero de 2018

La mujer en el antiguo Egipto Por el Dr. Jesús J. Urruela Quesada Biblioteca Eugenio Trías




A veces el gran salón de actos de la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías, se queda pequeño y es preciso poner sillas supletorias, como en esta ocasion en que el Profesor titular de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid, Dr. Jesús J. Urruela Quesada, nos habló de la mujer en el antiguo Egipto, dentro del ciclo mujer y realeza, descubriéndonos detalles como la ausencia de vocales en el alfabeto egipcio, o la escritura hierática, no sin ciertas pinceladas de sutil critica como cuando afirmaba que a su ingreso en la facultad había un solo libro de egiptología, y que afortunadamente había cambiado, o como cuando nos habla de que en aquella cultura todo era trueque. El cambio para mejorar. Ser esclava de un gran señor suponía vivir mejor que siendo una campesina…

Sean pues bienvenidas iniciativas como esta que fomentan la cultura, y mejor aún, si hay que aumentar el aforo.


Bienvenida tu tinta: CARMEN CANO SOLDEVILLA


A modo de acercamiento hoy esta escritora nos presenta este micro, publicado en lal antologuia de mini ficción “50 demonios”  México,

AVATAR

Como cada noche entra en la pantalla del navegador, buscando una musa: Lilith, el avatar, le sonríe sensualmente.  El súcubo promete palabras ardientes.  E inician un duelo de versos, de labios, de rimas y suspiros.  Vencido el poeta entrega su alma al diablo y en el escritorio queda un poemario.

lunes, 19 de febrero de 2018

Bienvenida tu tinta, BELÉN MATEOS

De nuevo Belen Mateos asoma por nuestras paginas, hoy con un poema, que en pocas letras dice mucho.


  
Detonante en la palabra escrita,
en el carrusel que nos lleva al delirio.
Aguja de cobre en el silencio,
en el amargo regusto de ese despliegue de labio
inscrito en la piel.

Consonancia en el lienzo desnudo de un poema

domingo, 18 de febrero de 2018

MADRID, DESDE EL CIELO



 Orange and teal 






Esta imagen de A. Rosado refleja, inmoviliza e inmortaliza aquello que con curiosidad, se asoma a su ojo  viajero

Fotografia de  A. Rosado Merchán



"DETRÁS DE LA DISTANCIA" , un fragmento de mi obra ATADOS AL AZAR


Imaginemos el buque Santa Cecilia, en un allegro cantábile, continuo y sostenutto, en el que los grandes compositores de todos los tiempos, juntos, interpretasen sus obras, ya sin prisa, sin descanso y sin fatiga, en un viaje imaginario, a lo ancho de la eternidad, al margen del tiempo y del espacio, cuando ya Caronte queda atrás, y otras coordenadas encuadren la razón.
Atados al azar… ¿Lo lees? ¿lo entiendes? ¿cómo se puede estar atado al azar?
Es la paradoja, a  la que a solo se puede responder con una utopía. más estimulante si cabe  que adentrarse en lo sublime de la música, que perderse en un viaje virtual en medio de la tierra prometida.
Enseguida abandono el proyecto original.



***



Se levanta un poema con dolor y se hacen largos todos los silencios creando interrogantes sin respuesta.
Esa amiga cruel y poderosa, se subleva detrás de la distancia, cual señora perfecta y transparente, dejándome vivir en el abismo. Al navegar sin rumbo al infinito, Aunque sea rodeado de vestales.
Se acerca el horizonte entre susurros.
La desesperanza que me aborda, el mar, el cielo y todos los recuerdos, se tornan sombra ante la luz perdida
Me busco en la verdad de la utopía sin querer que me invadan los vacíos y solo
encuentro un alma acobardada.
Me hallo en lo frágil de la ausencia para oír una música infinita.
Se aleja dolorida la palabra y yo, con el timón enloquecido, guerreando por causas ya olvidadas más allá de lo eterno de la muerte, me refugi en la escarcha de la duda mirando en lo profundo del pasado, siento el sinsentido de la vida. Y el tiempo que no avanza, me devora


DETRÁS DE LA DISTANCIA
Canciones de María Estuardo Opus 135
Robert Schumann (1810 - 1856)



Al navegar sin rumbo al infinito, Aunque sea rodeado de vestales. 
La desesperanza que me aborda, el mar, el cielo y todos los recuerdos, se tornan sombra ante la luz perdida
Se acerca el horizonte entre susurros.
Se aleja dolorida la palabra y yo, con el timón enloquecido, guerreando por causas ya olvidadas más allá de lo eterno de la muerte, me refugio en la escarcha de la duda mirando en lo profundo del pasado, siento el sinsentido de la vida. Y el tiempo que no avanza, me devora
Me busco en la verdad de la utopía sin querer que me invadan los vacíos y solo encuentro un alma acobardada
Me hallo en lo frágil de la ausencia para oír una música infinita.  
Se levanta un poema con dolor y se hacen largos todos los silencios creando interrogantes sin respuesta.
Esa amiga cruel y poderosa, se subleva detrás de la distancia, cual señora perfecta y transparente, dejándome vivir en el abismo.

                                           

LEAMOS AHORA ESTE FRAGMENTO AL REVÉS
NO PIERDE EL SENTIDO.
lOS M

Los  músicos, los lectores, los protagonistas no n notan  la  diferencia,ese esel secreto de esta ora.




Esa amiga cruel y poderosa, se subleva detrás de la distancia, cual señora perfecta y transparente, dejándome vivir en el abismo. 
Se levanta un poema con dolor y se hacen largos todos los silencios creando interrogantes sin respuesta.
Me hallo en lo frágil de la ausencia para oír una música infinita
Me busco en la verdad de la utopía sin querer que me invadan los vacíos y solo encuentro un alma acobardada
Se aleja dolorida la palabra y yo, con el timón enloquecido, guerreando por causas ya olvidadas más allá de lo eterno de la muerte, me refugio en la escarcha de la duda mirando en lo profundo del pasado, siento el sinsentido de la vida. Y el tiempo que no avanza, me devora
Se acerca el horizonte entre susurros.
La desesperanza que me aborda, el mar, el cielo y todos los recuerdos, se tornan sombra ante la luz perdida
Al navegar sin rumbo al infinito, Aunque sea rodeado de vestales.


viernes, 16 de febrero de 2018

Bienvenida tu tinta, ANGEL SAIZ MORA


Tenemos otra vez la suerte y el placer de recibir en nuestro espacio al maestro en el arte del microrrelato.

Baste decir que en la página 50 palabras.com, dirigida y coordinada por Alex Garaizar,  en la que coinciden ms de 300 participantes, fue  fanador absoluto nadar en Cincuenta Palabras en 2013.


El cazador de azares 

El rifle le hace sentirse poderoso. Disparará a un pato en medio de la bandada, quizá a dos, el azar elige, él ejecuta, es divertido jugar a Dios, ese mismo que acaba de señalarle a él, mortal, por deporte, para que se consuma en semanas sobre una cama de hospital.




Bienvenida tu tinta, MARIA JOSE VIZ BLANCO



María José Viz Blanco, gallega y aprendiz de escritora, según dice modestamente pues solo hay que ver obra y premios,  nos  ofrece hoy para abrir boca, este  microrrelato que obtuvo  el  2º premio del V Concurso de Microrrelatos San Silvestre Salmantina, 2017

CUENTA ATRÁS

La ambulancia se aproxima. Una zapatilla y un dorsal para la San Silvestre, ensangrentados.  A cincuenta metros, el cuerpo inmóvil de Andrés. Piensa en María, su amor, cuando atraviesa corriendo la calle. Mira, como todas las mañanas, la figura de piedra del jardín, por si se ha movido. Baja a desayunar con el chándal puesto. Se da una ducha. Se levanta. Suena el despertador. Recibe un whatssap de María, que rompe con él.

salomé, por Jose Maria Garrido





VIERNES

Todavía no he sido capaz de digerir la última experiencia que he tenido con Clara, el viaje que hicimos a Florencia para ver el David de Miguel Ángel, en la Academia.
 Clara es una de las personas más interesantes que conozco, con él, se puede mantener una conversación profunda e interesante, salvo cuando entras en su intimidad.
Florencia ha supuesto un punto de inflexión en mi forma de entender la conducta humana, pero aunque he hecho con ella un viaje de más de cinco mil kilómetros y varios días de duración, no sé quién es.
Ella me ha ayudado a descubrirme como un personaje extraño, aventurero y temerario.
Desde que volvimos de Florencia me llama todos los jueves por la tarde, a las seis exactamente. Es su hora de teléfono.
Ayer, en su mensaje me dijo que le habian dado un nuevo permiso. 
Quiere ir a la Opera conmigo
Están representando Salomé.
 Siempre he sentido mucha resistencia a aceptar a los homosexuales, a los geys, a los travestis. No se por qué.
Pero Clara es diferente.
Dese siempre ha sentido una verdadera pasi´ñon d por descubrir el fondo de las personas, le hubiese gustado ser psicológa. GTal vez porque  conoce demasiado v bien als diferencias entre lo que parece y lo que es.
Tambien le gusta el psicodrama, el teatro, la ópera. Tiende como todos a identificarse con un determinado personaje, pero, en Salomé ¿Cuál será?, y sobre todo su acepto a ir a la opera con ella, ¿cual me asignará a mi? Porque claro, ella será la encargada del reparto.
¿Juan? 
Seré un silencio en la batuta.
Necesito un psiquiatra. ¿Pero habrá alguno capaz de comprenderme?
Por las cristaleras de mi casa acude a mi mente otra vez la noche, la turbulencia. 
Contemplo sobre mi mesilla de noche las pastillas para dormir.
¿Cuántas? ¿Dos? 
A veces no son suficientes. 
Tomaría ocho o nueve.
Entonces Clara aparece en mi memoria, y me olvido de las pastillas.
Duermo plácidamente.
El sonido del timbre interrumpe mis paranoias.
Abro la puerta del apartamento y efectivamente, es ella.
Si fuera una mujer seria preciosa. Amarillo y azul, todo contrastes.
¿O es una mujer?
­-  Hola, ¿tienes un momento?
- Sí, claro –, ¿como voy a negárselo
- Me han dado otro permiso este fin de semana y quiero ir a la ópera contigo.
Dice las cosas con seguridad, sin dejar alternativa.
- ¡Que bien! ¿Para cuando?
Yo a veces hablo de Clara como ella, y me gusta, otras veces hablo como él y me da miedo.
En realidad me doy miedo a mi  mismo. ¿Por qué? Será tal vez sea cuestión cultural, educativa, de principios o de prejuicios.
¿Y él no los tiene?
Nunca sabré la respuesta porque no soycapaz de preguntárselo.
¿Realmente me alegro de que le hayan dado otro permiso?
Para mí será otro problema, o aguzará el que ya tengo que no es pequeño.
¿Como resolverlo?
¿Um cura? No soy creyente. Me excomulgaría, o me echaría a la hoguera.
¿Un Psicólogo?  Dudo que alguna vez llegara a entenderme.
Debo resolverlo yo. Es como la muerte, solo mía. 
Solo yo puedo enfrentarme a ella.
Tomar una decisión  tajante e irrevocable, ¿Olvidarla? De momento no puedo. Todo lo demás es consecuencia de  mi  impotencia.
 - Mañana. Cinco días. más fin de semana.
-  ¿Tienes que volver el viernes?
- No importa, no me espera nadie, y mañana representan Salomé. Supongo que  con tu influencia podrás conseguir fácilmente dos entradas. Dos butacas.
Está poco acostumbrada a pedir, pero tampoco soporta que no le den lo que desea.
-  Veré que puedo hacer.
Para él eso era una aceptación por mi parte. 
Enseguida claudiqué.
No tenía ninguna duda de que yo podía conseguir las entradas.
¿Puedo quedarme un rato en tu casa?
Me coges mal, estoy escribiendo un relato, y prefiero estar solo. Te avisaré si no consigo las entradas.
- Da igual, estaré aquí mañana dos horas antes del Concierto.
A través del ángulo que deja la puerta de mi apartamento mientras se cierra, puedo ver en los ojos de Clara reflejada una profunda tristeza.
¿Como voy a dejarla?



SÁBADO


Aunque me haya negado a ir a buscarla, aunque me niegue a reconocerlo, la estoy esperando.
Ciertamente no me ha costado gran cosa conseguir las dos invitaciones para el palco de butacas del teatro.
Salomé y Clara me provocan, me emocionan, me seducen.
Falta solo hora y media para el comienzo de la representación y aunque el teatro no está lejos, yo comienzo a impacientarme.
No debería ser así, sabiendo en lo más íntimo, que debo rechazarla. Pero no puedo.
No tarda en llegar. Suele ser puntual.
El patio de butacas está a rebosar. Pasamos desapercibidos.
Me gusta el traje que lleva. 
Físicamente no hemos tenido nunca ni un solo roce. No importa. 
Lo psíquico es mucho más brutal. y despiadado. 
Es esa droga que poco a poco me va matando aunque se que se que no puedes vivir sin ella. Pero, ¿Por qué no me he podido enamorar de una mujer de verdad?
Es el mismo de Florencia. Blanco y azul. 
Entre el sol y la noche.
Me gusta la música, más si cabe, la ópera, y en esta ocasión conozco a todos los protagonistas, al Director uruguayo, a la soprano española, al tenor, ¿Herodes? ¿Su difunto hermano? Al barítono que interpreta a Juan….
El teatro se queda en la penumbra, luego un atronador aplauso acoge al Director. Este extiende los brazos para recibir la atención de los músicos. 
A mi el programa me encanta, es sugerente. En la primera parte al compás de la primera danza de Guridi esa chacona narrativa, que se repite como mi propia duda, me pregunto por que he nacido con esta ambivalencia. 
Larga meditación y un interrogante, al que Jesús Guridi me responde en la segunda con una pieza amorosa que me resulta ausente y deseada.
¿Clara? ¿Quien es Clara? ¿Soy yo mismo? ¿Es mi espejo? ¿Es mi deseo? 
Ni siquiera conozco su nombre real.
Y bailo en esa danza interminable, como un mendigo de amor, sin compañía.
Miro alrededor, nadie, salvo Clara responde a mi mirada. Conoce mi debilidad, casi como yo mismo.
Con el Fandango de Claudio Prieto mi mente sigue danzando como un mendigo, abandonado y solitario en una fiesta de miradas donde todo se conoce y se silencia.
La música me ha robado a todos los espectadores, que disfrutan al margen de mi historia.
¿Dónde está Clara?
Sí, está a mi lado, ¿pero donde?
Doy vueltas con mi mente sobre el fandango para buscarla, como un arlequín enamorado, hasta que en lo oscuro del teatro Clara vuelve a mirarme a los ojos.
Yo se la pregunta que se hace
Y mi respuesta es un cobarde silencio prolongado y huidizo
Huidizo hasta que termina esa segunda danza provocativa y amorosa.
Luego entra en escena Salomé y también me mira a los ojos, exhibiendo su cuchillo.
Un bailarín esboza las primeras acrobacias
Me siento marioneta en la batuta,
-          ¿Cuál es mi papel?
-          Todavía no estás preparado. Con más nsayos podrás representar cualquiera de los papeles de esta obra.
Su voz es sensual y baja. 
En el momento en el que el soldado levanta la espada para degollar al bautista, siento un golpe seco y la cabeza de Clara sobre mi hombro. 
El director no detiene la interpretación, pero yo noto por el pasillo un ruido de de algo que rueda.
Sudo. No puedo gritar. 
No sé como termina.
Es como una premonición. 
Nadie ha oído nada.
Alguien nos hace una señal para que nos calemos. Sigue la música., mientras cae mi cabeza sobre su vestido, como la de Juan el Bautista decapitado. 
Vuelve ese silencio sonoro e íntimo, hasta que es hecho añicos por los aplausos del público, que cierran el último compás.
Luego dos propinas cortas y más aplausos. 
Después no necesitamos las palabras; esquivando sus furtivas miradas, llegamos enseguida a mi apartamento.
- Veré que puedo hacer.
-          Para él eso era una aceptación por mi parte. 
Enseguida claudiqué.



Bienvenida tu tinta BELEN MATEOS GALÁN


 Belén Mateos Galán, a la que ya conocemos, nos ofrece en esta nueva visita, la posibilida de acceder a su obra, que en esta ocasiones  glosada por un insigne poeta de Zaragoza.

Fran Picón, Madrid 1964, poeta madrileño afincado en Zaragoza, animador sociocultural, director de la colección de Poesía Contemporánea “Con-versos” de Editorial Quadrivium, nos ofrece hoy una semblanza de la obra de Maria Belén Mateos Galán, quien ya ha visitado nuestra pagina con otro tono de voz, sus relatos. Y es que

“Rubor de tinta, quebrados de verbo”  – nos dice el poeta -. es una fascinante introspección en el universo de su autora M. Belén Mateos Galán. Los recuerdos, las heridas, la piel, son las protagonistas de este sendero de rimas y prosa en los que también toma su sitio la esperanza del gozo, la satisfacción y las promesas cumplidas.  Un recorrido por el amor, un viaje más allá de lo real y más acá de lo imaginario, en el que la autora perfecciona su verbo conforme roza al ser amado. El silencio se hace certeza en cada renglón de este libro, haciendo que lo de menos sean las palabras, pues son los latidos los que conforman la melodía de lo que no se pronuncia, salvo cuando el intrépido lector hace suyo el mensaje. Relatos bordados de pasión, que clavan la aguja en el lienzo del delirio. Versos de ausencias que  aman sin piedad; rimas que son signos de amor y prosas que son brotes de locura. En definitiva, y ahora me dirijo a usted, potencial lector, “Rubor de tinta” es una aventura en la que debería inmiscuirse para sentir la magia de un mundo de fascinación y sueños que nunca podrá dejarle indiferente.