y la luz se resiste a la derrota.
Como la sed la tinta se derrama
sobre el blanco inmaculado del papel
haciendo que zozobren todas las estrofas
y veo los versos
anclados en el puerto del silencio
¡esperando la voz del náufrago escondido
No sé por qué
ya no tengo ojos para el mar
Y se me viene a la memoria,
ese extraño olor
a incienso a media tarde
mientras vuelven
otra vez,
las nubes y la
duda como lágrimas,
a epañar el horizonte
Las veo más allá
de la cubierta
y no sé si el salto que le espera
le sacará de lo oscuro del olvido
JOSE MARIA GARRIDO DE LA CRUZ
poema `publicado enla antología de escritores en red X aniversario 2018
FC Gil Hernando de Santiago
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