Maestro en decir mucho con pocas
palabras, nos visita hoy Rafa Olivares. Este es el relato que
resultó finalista
2012-2013 en el concurso Relatos en Cadena de la SER.
El cabo Hopkins repartía las
cartas con la izquierda, con rapidez y precisión, mientras que con la derecha
hacía blanco seis veces en una diana a cincuenta metros. Simultáneamente,
mantenía en equilibrio, sobre su nariz, una vara de bambú sobre la que rodaba
un plato a la vez que, con un pie, daba incontables toques a un balón de cuero
sin que le cayera al suelo y en la otra pierna giraba un aro sin parar.
No fue suficiente para ascender a
Sargento. El Tribunal apreció cierta rigidez en su mirada.
Aprendiz, siempre aprendiz.
ResponderEliminarGracias, José María.
Algunos maestros pecan de humildad diciendo que son aprendices.
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