VER "LA ESTACIÓN DE LAS DOS CARAS"

quiere crecer la yerba fresca como la
vida
tapando tal vez de forma innecesaria
la historia que no muere.
Entre estos adoquines
derrotados por el peso de los años
queda el viento
que detiene a las cometas de mi infancia
y empuja mis pisadas.
Sobre estos adoquines vestidos de
nostalgia
bailan aún las bicicletas
y los nombres de los niños
con pantalones cortos
bajo la luz de estos apuntalados arcos
carreras, gaseosas y tropiezos
la nieve y el invierno
y la yerba nueva que envejece.
Me resisto.
Y sucumbo ante esos ojos
que me miran niños
Entre estos adoquines de mi tierra
quiere crecer la yerba fresca como la
vida
tapando tal vez de forma innecesaria
la historia que no muere.
Entre estos adoquines de mi tierra
quiere crecer la yerba fresca como la
vida
tapando tal vez de forma innecesaria
la historia que no muere.
Entre estos adoquines
derrotados por el peso de los años
queda el viento
que detiene a las cometas de mi infancia
y empuja mis pisadas.
Sobre estos adoquines vestidos de
nostalgia
bailan aún las bicicletas
y los nombres de los niños
con pantalones cortos
bajo la luz de estos apuntalados arcos
carreras, gaseosas y tropiezos
la nieve y el invierno
y la yerba nueva que envejece.
Me resisto y su cumbo ante esos ojos
que me miran niños
aunque sé
que no son los niños de mis juegos,
aunque sé
que no son los ojos de los nietos qe
no tengo,
pero son los ojos de la vida y no los
mios
pore eso me resiso a la ruina que me
envuelve.
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