jueves, 6 de diciembre de 2018

AL FINAL DEL OTOÑO


Un poema de  JOSÉ MARÍA GARRIDO  










Danza mi espejo sobre la tumba, 
en torno a una lágrima extraviada. 
tejiendo las siete cabriolas de la ausencia 
con ese violín, que vibra en el vacío.

¿Quién me dice ahora donde está mi sol?  
¡Como me gusta Dmitri Shostakóvich!
Es la niebla
ya sé por qué me duele.

El silencio se subleva
es el piano el que me azota
se me acerca su caricia.

La conozco, 
me seduce al final de los otoños,

la temo, porque sé que me vence, 
porque no me dice nada
y me derrota su sombra
que se clava despacio en mis horas sin relojes.

La veo llegar como a la lluvia, 
mientras me cala hasta los huesos
y no me aparto
conozco de sobra su mensaje
su juego y su ironía
su intención es devorarm
y no me aparto.

Las espero enterrado en la ceniza, 
prisionero de su sueño.

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