jueves, 3 de enero de 2019

AROMA A SELENNE Poemario de Ayla Selenne Por JOSÉ MARÍA GARRIDO








Es esta una obra de búsqueda, con la que la autora pretende darse respuesta a las preguntas universales a través de un lenguaje poético y filosófico. Basta sino, abrir la obra por la primera de sus páginas para contemplar una serie de símbolos que van a marcar el camino de todas sus letras. Entre el alfa y el omega, desde el principio al fin.

¿Hablamos de un libro simbolista, o más bien podría ser una forma encubierta y solapada de mostrar su intimidad? Y el título, ¿por qué aroma a Selene?  Tal vez sea esa huella agradable, ese recuerdo placentero que la autora quiere dejar en los lectores a través de sus pensamientos poéticos.

Ya sobre el papel en blanco, como en un escenario mágico, con los títulos de todos sus poemas, describe una coreografía, dibuja una danza y dice

“Aroma de claroscuros pincelando la alborada, / retazos de un mar de ensueños, / noches de amorren mi alma, / rayos de níveas promesas, / cánticos de esperanza / envolvedme en vuestras manos”

¿Qué es esto sino una súplica ante lo errático del camino?

Y es, - dirá la autora más tarde refiriéndose a la creación que -, “Nada existe tras los burdos barrotes de la inconmensurable mente que aplómala consciencia de todo lo increado empleándose en realizar el más grande de los actos.”

Ya en el primer poema aroma de claroscuros vemos dos matices que marcan su poética:  los barrotes de la mente, y lo absurdo de la vida y de la muerte. 
Siempre es bueno leer un libro, si bien para acercarse a estas lineas hay que estar dispuesto a bailar en un escenario de propuestas existenciales, tal vez a ritmo de un especial aroma poético. El aroma de Selenne.

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