Estamos en tiempos de crisis, yo diría
que es una extraña guerra, que nos obliga a un confinamiento prolongado. Los sabios sostienen que de todo se aprende.
Esta guerra ha propiciado la
comunicación, la solidaridad, la colaboración y la creatividad. Cuatro cañones
que disparan esperanza y acercan la victoria.
El campo de batalla no es estéril. Se ha
disparado el ingenio. Dejemos que su calor nos alimente después de la victoria,
que todas las iniciativas socioculturales que se han puesto en macha que
continúen su ruta, que no se destruyan porque vamos a quedar muchos malheridos
en esta contienda, y estas iniciativas son una excelente medicina para la
reconstrucción y el progreso. No es necesaria la destrucción de las defensas.
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