Después de una caminata, dejamos
atrás el puente romano.
Se cruza con nosotros una
joven hermosa.
Mi mujer exclama:
- Me gusta su vestido Yo se
lo quitaría.
- Y yo también, le respondo.
Y
estalla una doble carcajada.
La joven se vuelve hacia atrás.
No le decimos nada Y seguimos caminando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario