sábado, 30 de diciembre de 2017

LA SINFONIA FANTÁSTICA


-   ¿Sabeis? En dias pasados le comenté a mi señor padre que estaba adquiriendo lecciones de piano, y él me preguntó:
- ¿A quien habeis escogido -  prefguntó -, como maestro?
- Al Maestro Ferenc
-¿A quién? ¿A ese jovenzuelo romántico que deambula por los teatros   persiguiendo fama?
-   Habla perfectamente francs y tiene alumnos de renombre, los conoceis a todos. No en vano haceis que me siguan a todas partes.
-   Pues he de seguir sus clases a pesar de vuestro empeño.
-   No lo permitiré
- Se ve que vuestro padre, el Señor Conde, no me tiene gran estima.  Pero ¿habeis visto? El periodico Le temps ha publicado la noticia del estreno de los Episodios de la Vida de un Artista. 
- Lo sé. Mi padre nos ha privado del placer espiritual de escuchar la sinfonia fantastica de monsieur Berlioz
-¿Por qué?
- No soporta vernos juntos. El asistirá al estreno, como ministro del Rey. 
- ¿Entonces?
- Ha dado orden de que no nos permintan el acceso,, por lo que debo compensaros.
- ¿Como?
- A través del poeta Victor Hugo podreis conocer al autor de la obra, al mismísimo Hector Berliotz
- ¿Cuándo? 
En el rostro del joven Ferenc se dibuja la impaciencia.
 - En dos dias a lo sumo.
-Bien, en tal caso no mie imporará perderme el estreno.
Es domingo. Ha llegado la hora del estreno.
Frente al conservatorio sólo quedan los coches de caballos.
La carta es sencilla. Breve.
El amable cochero promete entregarle la nota al poeta, y de igual forma hacerle llegar a la joven la rspuesta.
- ¿Quien eres, venerada sombra? - Exclamó Héctor Berlioz, al volver a verla, en la quinta fila, del patio de butacas, entre el público.
Paris, domingo, cinco de diciembre de 1830
Henrrieta Constanza Smithson, su diva de siempre, estaba allí, en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación de París, en el estreno de su sinfonía fantástica, 
 Framcois-Amtoine Habeneck, el director del teatro de la Opera y del Conservatorio de Paris, dispuesto a dirigir aquella Sinfonia, se queda en blanco observando la estupefacción del autor.
Todos los ojos se vuelven hacia la actriz irlandesa, recordando a la Ofelia de Williams  Shakespeare del Teatro Odeón de Paris.
Héctor Berlioz toma la palabra para sacar del apuro a su mejor amigo.
-                    - Madame es una autoridad, y en ella me  inspirado. Se trata del Episodio de la Vida de un Artista, Es una sinfonía estructurada en cuatro movimientos, y que quiero dedicar a la propia Ofelia, presente en la sala.
- Henrietta, por favor… 
El auditorio en pleno irrumpe en aplausos. 
Es un instante dilatado. 
En la quinta fila del cnetro del palco, Henrietta Constance Smithson se pone en pie y agadece los aplausos.
A su lado hay un asiento vacío.
El director tiene los brazos abiertos para recibir la atención de los intérpretes y empezar el concierto
En el silencio que sigue, se oye el taconeo de unos zapatos de mujer que abandona precipitada el teatro.
Todos la conocen. 
Es Marie-Félicité-Denise Moke.  
Los cuchicheos crecen hasta el punto de que François-Antoine Habeneck, - El Director -, tiene que mandar callar al Auditorio
Como una ráfaga, pasan por la mente del autor, los cinco movimientos de la obra: el desamor y el sueño del suicidio, el deseado baile con su amada, el campo bucólico, la noche, el cadalso y después el aquelarre.
Baja del escenario precipitadamente y se  sienta al lado de la actriz.
El eco del Dies Irae se prolonga hasta el comienzo del concierto
Desde uno de los palcos laterales so e oye una exclamación:
 -¡Viva el romanticismo!
Desde el 5 de febrero, fecha del estreno de Herani, y los acontecimientos que siguieron en julio, en los que el Rey Carlos X, había suspendidó la libertad de prensa, el lujoso carruaje de Victor Hugo estilo Milord era esguido con expectación, sobretodo cuando se dirige al teatro. 
De nuevo los aplausos., que se van apagando con al comienzo de los Sueños y pasiones. Hector toma asiento en la quinta fila del palco, junto a su amada y se sumerge en el sueño.


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