Si hubieran dejado fumar en aquel local de
copas, el humo se habría llevado tanta soledad. No éramos amigos, pero queríamos
hacernos fotos juntos. Expulsábamos el dolor del alma atándolo a la tinta. En
esa última foto te acaricié y todavía siento tu temblor. El tren se llevó
nuestro sueño.
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